Las enfermedades causadas por el fumar matan a más de 438.000 personas al año en Estados Unidos; alrededor 35 por ciento de estas muertes eran relacionados cardiovascular. Incluso con las campañas antitabaco y las cláusulas de exención de responsabilidad médica, mucha gente sigue fumando o empieza a fumar todos los años. De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) el 90 por ciento de los nuevos fumadores son niños o adolescentes que sustituyen, en muchos casos, a quienes dejan de fumar o mueren prematuramente de una enfermedad asociada con el hábito de fumar.
Los fumadores no sólo han aumentado su riesgo de padecer una enfermedad de los pulmones, incluido el cáncer de pulmón y el enfisema, sino que también han aumentado el riesgo de padecer enfermedades del corazón, ataque cerebral y cáncer en la boca.
En lo que respecta al aumento de riesgos para el sistema cardiovascular, el fumar:
Además, el fumar se ha asociado con la depresión y con los trastornos psicológicos.
La American Heart Association informa que se calcula que 35.052 no fumadores mueren de enfermedades coronarias cada año como resultado de la exposición al humo de tabaco de segunda mano. El humo de segunda mano consiste en aspirar el humo de los fumadores y el que emite la colilla de un cigarrillo, un puro o una pipa.
La exposición al humo, ya sea directa o indirecta, supone riesgos significativos para la salud en las mujeres embarazadas, los bebés y los niños pequeños. Los niños y los bebés que se exponen al humo del tabaco son más propensos a tener infecciones de oído y asma, y tienen un riesgo mayor de síndrome de muerte súbita (o muerte de cuna, su sigla en inglés es SIDS) que los niños y bebés que no están en contacto con el humo del tabaco.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes que podrían estar asociados con la exposición al humo de segunda mano. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Los síntomas del humo de segunda mano pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a un médico para su diagnóstico.
El fumar, junto con el colesterol alto, la presión alta de la sangre, la inactividad física, la obesidad y la diabetes, encabeza las listas de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. De hecho, el fumar se ha calificado como la mayor causa prevenible de muerte prematura en Estados Unidos.
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, dejar de fumar no sólo reduce el riesgo de enfermedad coronaria, sino que también reduce el riesgo de repetición de ataques al corazón y de muerte por enfermedad del corazón en un 50 por ciento. Las investigaciones también indican que el dejar de fumar es fundamental para el control de muchos factores contribuyentes en el ataque al corazón, incluidos la arteriosclerosis, la trombosis, la enfermedad coronaria y las arritmias cardiacas.
Dejar de fumar es una tarea tanto física como mental. Mentalmente, usted debería estar preparado y relativamente libre de estrés. Físicamente, necesita comprometerse a realizar ejercicio a diario y dormir lo suficiente. Las personas que intentan dejar de fumar se encuentran con dos obstáculos: la adicción física a la nicotina y la dependencia psicológica. La Academia Americana de la Otorrinolaringología (American Academy of Otolaryngology) y la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association) ofrecen una serie de consejos prácticos para conseguir dejar el tabaco:
En algunos casos, los fumadores pueden ayudarse de productos sustitutivos de la nicotina para conseguir superar el hábito de fumar. Los productos sustitutivos de la nicotina siguen dando nicotina a los fumadores, para superar su ansia de esta sustancia. Sin embargo, el beneficio de tomar productos sustitutivos la nicotina es la eliminación de alquitrán y los gases tóxicos que emiten los cigarrillos. Las mujeres embarazadas o que están amamantando, y las personas con otras condiciones médicas, deberían consultar a su médico antes de utilizar sustitutivos de la nicotina. Algunos ejemplos de productos sustitutivos de la nicotina son los siguientes:
El Zyban, que constituye una alternativa sin nicotina para ayudar a las personas a dejar de fumar, fue aprobado en 1996 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (US Food and Drug Administration, su sigla en inglés es FDA). Ofrecido en forma de píldora para las personas que quieren dejar de fumar, el Zyban (Bupropion HCI) ha demostrado alterar los neurotransmisores cerebrales que están relacionados con la adicción. Zyban sólo se puede tomar bajo prescripción médica y podría no ser apropiado para todo el mundo. Consulte a su médico para obtener más información.
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