Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health, su sigla en inglés es NIMH), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health, su sigla en inglés es NIH), aproximadamente 2,4 millones de estadounidenses padecen esquizofrenia.
Uno en 10 personas que confíen suicidio tiene la depresión, la esquizofrenia u otras enfermedades mentales.
En la mayoría de los casos, la esquizofrenia aparece por primera vez en los hombres en los últimos años de la adolescencia, o entre los 20 y los 25 años. En las mujeres, la esquizofrenia suele aparecer por primera vez entre los 20 y los 35 años.
La esquizofrenia es uno de los trastornos de la salud mental más complejos que existen. Consiste en una perturbación severa, crónica y discapacitante del cerebro. Lo que una vez fue clasificado como una enfermedad psicológica hoy en día se considera una enfermedad cerebral.
No se conoce la causa precisa de la esquizofrenia. Se cree que un desequilibrio químico del cerebro es un factor hereditario necesario para el desarrollo de la esquizofrenia. Sin embargo, es probable que muchos factores genéticos, del comportamiento y ambientales contribuyan al desarrollo de esta condición de la salud mental.
Se considera que la esquizofrenia es una enfermedad de herencia multifactorial. "Herencia multifactorial" significa que depende de "muchos factores". Por lo general, los factores son tanto genéticos como ambientales; la combinación de los genes de ambos padres, sumada a factores ambientales desconocidos, produce el rasgo o la condición. A menudo un sexo (el masculino o el femenino) suele estar afectado más frecuentemente que el otro en cuanto a los rasgos multifactoriales. Parece haber un umbral de expresión diferente, lo que significa que un sexo tiene más probabilidades de sufrir el problema que el otro. El desarrollo de la esquizofrenia en la niñez se presenta con una frecuencia levemente superior en los hombres; sin embargo, en la adolescencia, la esquizofrenia afecta a hombres y mujeres por igual.
Aunque la esquizofrenia afecta por igual a hombres y mujeres, los síntomas en los hombres se inician por lo general antes que en las mujeres. En la mayoría de los casos, la esquizofrenia aparece por primera vez en los hombres en los últimos años de la adolescencia, o entre los 20 y los 25 años. En las mujeres, la esquizofrenia suele aparecer por primera vez entre los 20 y los 35 años.
Los datos estadísticos indican que la esquizofrenia afecta 2.7 millones de Americanos. Un niño nacido en una familia donde haya uno o más parientes esquizofrénicos tiene una probabilidad mayor de desarrollar esquizofrenia que un niño nacido en una familia en la que no haya antecedentes de esta enfermedad.
Después de que se le diagnostica la esquizofrenia a una persona, las probabilidades de que un hermano padezca de esquizofrenia son del 7 al 8 por ciento. Si uno de los padres tiene esquizofrenia, las probabilidades de que el hijo tenga el trastorno son del 10 al 15 por ciento. Los riesgos aumentan en el caso de las familias con múltiples miembros afectados por la condición.
Una de las características más perturbadoras y desconcertantes de la esquizofrenia es la aparición repentina de los síntomas sicóticos. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la esquizofrenia. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Los síntomas de la esquizofrenia suelen clasificarse como positivos (como los delirios, alucinaciones y comportamiento extraño), negativos (como la poca afectividad, aislamiento e indiferencia emocional), habla desorganizada (incluyendo el habla incomprensible) y comportamiento desorganizado o catatónico (incluyendo los cambios bruscos del estado de ánimo, agresividad repentina o confusión, seguidos de una repentina inmovilidad y mirada fija al vacío).
Los síntomas de la esquizofrenia en los niños son similares a los de los adultos; sin embargo, los niños presentan con mayor frecuencia (en el 80 por ciento de los casos diagnosticados) alucinaciones auditivas, y típicamente no experimentan delirios ni trastornos de pensamientos formales hasta que llegan a la mitad de la adolescencia o más tarde.
Los síntomas de la esquizofrenia pueden parecerse a los de otros problemas o condiciones psiquiátricas. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
Por lo general, la esquizofrenia es diagnosticada por un psiquiatra. Otros profesionales de la salud mental suelen participar en la evaluación completa para determinar las necesidades de tratamiento individuales.
El tratamiento específico de la esquizofrenia será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica muy grave. Su tratamiento es complejo. Suele ser necesaria la combinación de distintas terapias para satisfacer las necesidades individuales de la persona que padece esquizofrenia. El tratamiento está dirigido a reducir los síntomas asociados con este trastorno. Entre los tipos de tratamiento que pueden resultarle útiles a un enfermo de esquizofrenia se incluyen:
No se conocen por el momento medidas preventivas para disminuir la incidencia de la esquizofrenia. Sin embargo, la identificación e intervención tempranas pueden mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esquizofrenia. Además, el tratamiento suele tener más éxito cuando los síntomas del primer episodio sicótico se tratan correcta y oportunamente. Es fundamental que el individuo que recibe medicamentos recetados para el tratamiento de la esquizofrenia se adhiera al tratamiento. Es posible que haya que ajustar la dosis y el tipo de medicamento periódicamente para mantener la eficacia. Siempre consulte a su médico para obtener más información.
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