Cuando se observa desde atrás, una columna vertebral normal se ve derecha. Sin embargo, una columna afectada por escoliosis muestra una curvatura lateral o hacia un costado y una rotación de los huesos de la espalda (vértebras) y, como consecuencia, parece que la persona estuviera inclinada hacia un lado. La Sociedad de Investigación de la Escoliosis (Scoliosis Research Society) define la escoliosis como una curvatura de la columna de 20 grados o más que puede apreciarse en una radiografía.
La escoliosis es una deformación de la columna vertebral y no debe confundirse con la mala postura.
La desviación de la columna vertebral producida por la escoliosis puede ocurrir en la parte derecha o izquierda de la columna vertebral, o en ambos lados en diferentes secciones. La escoliosis puede afectar tanto la región torácica (media) como la región lumbar (inferior) de la columna vertebral.
En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de la escoliosis, trastorno denominado escoliosis idiopática. La escoliosis un trastorno que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres.
Según el Instituto Nacional para la Artritis y las Enfermedades Músculoesqueléticas y de la Piel (National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases), de tres a cinco niños de cada 1000 desarrollan una curvatura en la columna vertebral que se considera lo suficientemente pronunciada como para requerir tratamiento.
La Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons), en cooperación con la Sociedad de Investigación de la Escoliosis, describe tres tipos diferentes de escoliosis que pueden presentarse en niños: congénita (presente al nacer), neuromuscular o idiopática.
Entre otras de las causas de la escoliosis se pueden incluir las siguientes:
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la escoliosis. Sin embargo, cada adolescente puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Por lo general, la escoliosis idiopática no está asociada con el dolor de espalda, el dolor de piernas ni los cambios en los hábitos de evacuación intestinal y de la vejiga. Un adolescente que experimente alguno de estos síntomas debe someterse a una evaluación más exhaustiva por parte de su médico.
Los síntomas de la escoliosis pueden parecerse a los de otros trastornos o deformidades de la columna, o pueden presentarse como resultado de una lesión o una infección. Siempre consulte al médico de su hijo adolescente para obtener un diagnóstico.
El diagnóstico de la escoliosis se basa en el examen físico, las pruebas de diagnóstico y los antecedentes médicos completos del adolescente. El médico solicitará los antecedentes prenatales y de nacimiento completos del adolescente y averiguará si algún otro miembro de la familia sufre el trastorno. También preguntará acerca de determinadas etapas importantes del desarrollo del adolescente, dado que algunos tipos de escoliosis pueden estar relacionados con otros trastornos neuromusculares. Se debe tener en cuenta que los retardos del desarrollo pueden requerir una evaluación médica más exhaustiva.
Además del examen físico y los antecedentes médicos completos, la radiografía (examen de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética invisible para obtener imágenes de los tejidos, los huesos y los órganos internos en una placa radiográfica) es la herramienta de diagnóstico principal para la escoliosis. Al establecer un diagnóstico de escoliosis, el médico mide el grado de curvatura de la columna en la radiografía.
Los siguientes procedimientos de diagnóstico pueden utilizarse para curvaturas no idiopáticas o atípicas, o escoliosis congénita:
La detección precoz de la escoliosis es fundamental para un tratamiento exitoso. Los exámenes de rutina de pediatras o médicos de familia, e incluso los de algunos programas escolares, incluyen la detección de los signos indicadores de la presencia de escoliosis.
El tratamiento específico para la escoliosis será determinado por el médico de su hijo adolescente basándose en lo siguiente:
El objetivo del tratamiento es detener la evolución de la curva y prevenir deformidades. Puede incluir lo siguiente:
De acuerdo con la Sociedad de Investigación de la Escoliosis, no existe evidencia científica que demuestre que otros métodos de tratamiento para la escoliosis (por ejemplo, la manipulación, la estimulación eléctrica y el ejercicio corrector) detengan la evolución de la enfermedad.
El control de la escoliosis es personalizado para cada adolescente según su edad, la gravedad de la curvatura y el tiempo restante de crecimiento esquelético. Este trastorno requiere exámenes frecuentes por parte del médico de su hijo para monitorear la curva a medida que el niño crece y se desarrolla. Se debe tener en cuenta que la detección temprana es importante y que si no se trata, la escoliosis puede provocar problemas cardíacos y pulmonares.
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