La fiebre aftosa es una enfermedad causada por un virus que provoca una erupción característica: pequeños bultos similares a ampollas en la boca, las manos y los pies. Estas ampollas también pueden aparecer en la zona de la piel que está en contacto con los pañales y en las piernas y brazos. Las lesiones en la boca suelen aparecer en la lengua, los lados de las mejillas o cerca de la garganta.
La fiebre aftosa es causada por un virus. Entre los más comunes se encuentran los siguientes:
Esta enfermedad es muy común en niños, en especial, en menores de 10 años. Es más frecuente en verano y otoño. El virus se transmite generalmente a través del contacto bucal-fecal, aunque se ha informado de otros modos de transmisión. Es necesario lavarse bien las manos para ayudar a prevenir la transmisión de la enfermedad.
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la fiebre aftosa. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
La fiebre aftosa se diagnostica normalmente basándose en los antecedentes médicos completos y un examen físico de su hijo. La fiebre aftosa es única, y normalmente se diagnostica con una simple exploración física.
El tratamiento específico de la fiebre aftosa será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
El objetivo del tratamiento de la fiebre aftosa es ayudar a disminuir la intensidad de los síntomas. Puesto que es una infección viral, los antibióticos no son efectivos. Puede incluir lo siguiente:
Un lavado de manos adecuado es esencial para prevenir la transmisión de la enfermedad a otros niños.
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