Poliomielitis (Polio)
La poliomielitis, también llamada polio, es una enfermedad muy contagiosa causada por tres tipos de poliovirus. El poliovirus es un virus reconocido principalmente por destruir el sistema nervioso causando parálisis. Sin embargo, la mayoría de las personas infectadas con polio, son asintomáticas y algunas presentan síntomas leves. Desde la llegada de la vacuna contra la polio durante los primeros años de la década de 1950, prácticamente se han erradicado las infecciones por el poliovirus.
En países pobres, subdesarrollados y sin posibilidades de acceder a la vacuna, la polio sigue siendo un problema, especialmente para lactantes y niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa realizando esfuerzos para erradicar el virus en todo el mundo.
- El caso más último de la infección de la poliomielitis que ocurrió naturalmente en los E.E.U.U. era en 1979.
- Los lactantes y los niños pequeños conforman el grupo de mayor riesgo.
- Las infecciones por poliovirus son más comunes durante las estaciones de verano y otoño.
- El riesgo de desarrollar parálisis por el virus aumenta con la edad.
En la mayoría de los casos, la transmisión del poliovirus se da a través del contacto fecal-oral. Generalmente, esto se debe al lavado incorrecto de las manos o al consumo de agua o alimentos contaminados. Las secreciones respiratorias también diseminan el poliovirus. Las personas infectadas con el virus pueden eliminar el virus en las heces durante varias semanas. El período de mayor contagio es inmediatamente antes del comienzo de los síntomas y durante los primeros días posteriores a la aparición de los mismos.
Las infecciones por poliovirus pueden evidenciar síntomas en diversos grados de severidad. La mayoría de las personas (90 al 95 por ciento) son totalmente asintomáticas. Esto se denomina infección no aparente. Se analizarán otras tres categorías de infecciones por polio.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la poliomielitis. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- poliomielitis abortiva - evolución corta y leve de la enfermedad con uno o más síntomas incluyendofiebre (hasta 39,4 ºC [103 °F]); disminución del apetito; náuseas y, o vómitos; dolor de garganta; malestar general; constipación; y dolor abdominal.
- poliomielitis no paralítica - los síntomas de la poliomielitis no paralítica incluyen aquéllos de la poliomielitis abortiva, pero con dolor de cabeza, náuseas y vómitos más intensos. Además, el niño puede sentirse mal durante un par de días, luego parece mejorar y después vuelve a sentirse mal con dolor de los músculos del cuello, el tronco, los brazos y las piernas y rigidez del cuello y de la columna vertebral.
- poliomielitis paralítica - los síntomas de la poliomielitis paralítica incluyen aquéllos de la poliomielitis no paralítica y la abortiva. Además, pueden presentarse síntomas comodebilidad muscular generalizada, constipación severa, músculos desgastados, respiración debilitada, dificultad para tragar, tos débil, piel ruborizada o manchada, voz ronca, parálisis de la vejiga, y parálisis muscular.
Los síntomas de la poliomielitis pueden parecerse a los de otros cuadros clínicos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para el diagnóstico.
Además del examen y los antecedentes médicos completos, los procedimientos para el diagnóstico de la poliomielitis pueden incluir los siguientes:
- cultivos de la garganta, orina y heces
- punción lumbar (punción raquídea) - se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del conducto raquídeo (la región que rodea la médula espinal). Por medio de este procedimiento se puede medir la presión que existe en el canal raquídeo y en el cerebro. También permite extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (LCR) y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una infección o algún otro tipo de problema. El LCR es el líquido que recubre el cerebro y la médula espinal de su hijo.
- antecedentes de que el niño no recibió la vacuna contra el polio o que no completó las series de vacunas contra dicha enfermedad.
El tratamiento específico de la poliomielitis será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
- la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
- la gravedad de la enfermedad
- la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
- las expectativas para la evolución de la enfermedad
- su opinión o preferencia
Si bien existe prevención contra la poliomielitis, no existe cura para las personas infectadas. El tratamiento consiste en una terapia de apoyo. Esto significa que se pueden tratar los síntomas con la finalidad de aliviar al niño y ayudarlo a recuperarse. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
- tratamiento del dolor con analgésicos (como el acetaminofén)
- reposo en cama hasta que la fiebre disminuya
- una dieta adecuada
- esfuerzo y ejercicio mínimos
- compresas calientes o almohadillas calientes (para el dolor muscular)
- hospitalización (puede ser necesaria para las personas que desarrollan poliomielitis paralítica)
Las complicaciones de poliomielitis paralítica pueden incluir parálisis permanente de ciertos grupos musculares, incluyendo los músculos respiratorios y los de las piernas.
A continuación se enumeran medidas de prevención útiles para prevenir la diseminación del poliovirus:
- las técnicas correctas de higiene y lavado de manos
- vacunación contra el poliovirus
En Estados Unidos, se recomienda administrar la vacuna contra la polio a las siguientes edades:
- 2 meses
- 4 meses
- entre 6 y 18 meses
- entre 4 y 6 años
Pueden administrarse dos versiones de la vacuna:
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