La encefalitis es un término usado para describir la inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. La inflamaci ón hace que el encéfalo se hinche, con lo que se producen modificaciones en el estado neurológico del paciente, entre las que se incluyen confusión mental y convulsiones.
La causa de la encefalitis depende de la estación del año, la zona geográfica y las condiciones a las que se expone el niño. Los principales causantes de este trastorno son los virus. Aunque las vacunas contra los diversos virus como por ejemplo, el del sarampi ón, las paperas, la rubéola o la varicela, han logrado disminuir considerablemente el índice de encefalitis debido a dichas enfermedades, existen otros virus que también pueden causarla. Estos incluyen el virus del herpes simple, virus del Oeste del Nilo (llevada por los mosquitos) y la rabia (llevado por una serie de diferentes animales).
La encefalitis también puede producirse después de una infección bacteriana, como la enfermedad de Lyme (transmitida por garrapatas), la tuberculosis y la sífilis, y por parásitos como la toxoplasmosis (realizado por los gatos).
La encefalitis suele ir precedida de una enfermedad viral como por ejemplo, una infección en las vías respiratorias superiores, o un problema gastrointestinal, como lo son la diarrea, las náuseas o los vómitos. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la encefalitis. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Los síntomas de la encefalitis pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
El diagnóstico de encefalitis se realiza luego de la presentación súbita o gradual de signos y síntomas específicos y de los exámenes de diagnóstico. Durante el examen, el médico de su hijo obtiene los antecedentes mé dicos completos del niño, donde se detallan las vacunas que recibi ó. El médico también puede preguntarle si su hijo ha sufrido recientemente un resfrío u otras enfermedades respiratorias o problemas gastrointestinales, si ha sufrido una picadura reciente de garrapata, si ha estado en contacto con animales domésticos o de otra clase y si ha viajado a determinadas zonas geográficas del país.
Entre los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse para confirmar la encefalitis, se pueden incluir los siguientes:
El tratamiento específico para la encefalitis será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente:
La clave para tratar la encefalitis consiste en detectarla y tratarla a tiempo. Un niño con este trastorno requiere hospitalización inmediata y monitorización estricta. A veces, dependiendo de lo que los médicos piensan que la causa específica de la encefalitis es decir, ciertos medicamentos pueden utilizarse para combatir las infecciones que pueden causarle
El objetivo del tratamiento es reducir la hinchazón en la cabeza y prevenir otras complicaciones relacionadas. Se pueden utilizar, además, medicamentos para controlar la infección, las convulsiones, la fiebre y, u otros trastornos que pudieran presentarse.
La magnitud del problema dependerá de la gravedad de la encefalitis y de la presencia de problemas en otros aparatos y sistemas del cuerpo que podrían afectar al niño. En los casos más graves, es probable que deba utilizarse un respirador artificial para ayudar al niño a respirar más fácilmente.
Durante la recuperación, es posible que el niño deba someterse a fisioterapia, terapia ocupacional o del habla para poder recuperar su fuerza muscular y, o su capacidad de hablar.
Después de la hospitalización, el equipo del cuidado de la salud brinda a los familiares la información necesaria acerca de cómo cuidar al niño en el hogar y les describe los problemas clínicos específicos que requieren atención médica inmediata. Se debe tener en cuenta que un niño que padece encefalitis necesita evaluaciones y exámenes médicos frecuentes después de la hospitalización.
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