La fluoroscopia de tórax es un tipo de procedimiento radiológico que se utiliza para evaluar el movimiento y la función de los pulmones y de otras estructuras del tracto respiratorio.
La fluoroscopia es un estudio de las estructuras en movimiento del cuerpo, similar a una “película” de rayos X. Se pasa un haz continuo de rayos-X a través de la parte del cuerpo que se debe examinar. El haz de luz se transmite a un monitor parecido a un televisor de forma que pueda verse en detalle la parte del cuerpo y su movimiento. La fluoroscopia, como herramienta de diagnóstico por imágenes, permite a los médicos visualizar diversos sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas esquelético, digestivo, urinario, respiratorio y reproductivo.
Se puede realizar una fluoroscopia de tórax cuando es necesario evaluar el movimiento de los pulmones, el diafragma (músculo de forma convexa que separa las cavidades torácica y abdominal) u otras estructuras del tórax. Sin embargo, la fluoroscopia de tórax implica una mayor exposición a la radiación que una radiografía de tórax tradicional, por lo que se analiza detenidamente su uso.
Otros procedimientos relacionados que se pueden utilizar para diagnosticar problemas de los pulmones y del tracto respiratorio incluyen: broncoscopia, tomografía computarizada (TC) de tórax, radiografía de tórax, ultrasonido de tórax, biopsia pulmonar, gammagrafía pulmonar, mediastinoscopia, oximetría, medición de flujo máximo, tomografía por emisión de positrones (PET por sus siglas en inglés), biopsia pleural, angiografía pulmonar, pruebas de función pulmonar y toracocentesis. Consulte estos procedimientos para obtener información adicional.
El aparato respiratorio está formado por los órganos que realizan el intercambio gaseoso, y son los siguientes:
Las vías respiratorias superiores incluyen:
El tracto respiratorio inferior incluye los pulmones, bronquios y alvéolos.
Los pulmones absorben el oxígeno que las células necesitan para vivir y llevar a cabo sus funciones normales. También son los encargados de expulsar el dióxido de carbono, producto de desecho de las células del cuerpo.
Los pulmones son dos órganos en forma de cono, compuestos por tejido esponjoso de color gris rosáceo, que ocupan la mayor parte del espacio del pecho o tórax (la parte del cuerpo que está entre la base del cuello y el diafragma).
Los pulmones están cubiertos por una membrana llamada pleura.
Los pulmones están separados uno del otro por el mediastino, un área que contiene lo siguiente:
El pulmón derecho tiene tres secciones, llamadas lóbulos. El izquierdo tiene dos lóbulos. Cuando respira, el aire entra al cuerpo por la nariz o la boca. Luego baja por la garganta a través de la laringe y la tráquea, y entra en los pulmones a través de conductos llamados bronquios principales.
Uno de los bronquios principales va hasta el pulmón derecho, y el otro, al izquierdo. Dentro de los pulmones, los bronquios principales se dividen en bronquios más pequeños y luego en conductos aún más pequeños llamados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en sacos de aire diminutos llamados alvéolos.
Se puede realizar una fluoroscopia de tórax cuando se sospecha un problema en el movimiento de los pulmones, el diafragma u otras estructuras torácicas. Tales problemas pueden incluir, entre otros, los siguientes:
Además, la fluoroscopia de tórax puede utilizarse con otros procedimientos de diagnóstico o tratamiento, como por ejemplo, para guiar la inserción de agujas o catéteres (tubos largos y estrechos) dentro del tórax.
Su médico puede recomendarle una fluoroscopia de tórax por otros motivos.
Es posible que desee preguntarle a su médico sobre la cantidad de radiación utilizada durante el procedimiento y los riesgos relacionados con su situación particular. Es una buena idea llevar un registro de su historial de exposición a la radiación, como exploraciones anteriores y otros tipos de exploraciones radiológicas, para que pueda informar a su médico. Los riesgos asociados con la exposición a la radiación pueden estar relacionados con la cantidad acumulativa de exámenes y/o tratamientos realizados con rayos-X durante un largo período de tiempo.
Si está embarazada o sospecha que puede estar embarazada, debe informárselo a su médico. La exposición a la radiación durante el embarazo puede provocar anomalías congénitas.
Es posible que existan otros riesgos dependiendo de su estado de salud específico. Recuerde consultar todas sus dudas con su médico antes del procedimiento.
La fluoroscopia de tórax puede realizarse de forma ambulatoria o como parte de su internación en un hospital. Los procedimientos pueden variar en función de su estado y de las prácticas de su médico.
Por lo general, la fluoroscopia de tórax sigue este proceso:
Por lo general, no se requiere ningún tipo de cuidados especiales después de una fluoroscopia de tórax. Sin embargo, es posible que su médico le brinde instrucciones adicionales o alternativas después del procedimiento, en función de su situación específica.
El contenido proveído aquí tiene un propósito informativo únicamente, y no está diseñado para diagnosticar o tratar un problema de salud o una enfermedad ni reemplazar el consejo médico que usted reciba de su médico. Por favor, consulte a su médico para aclarar cualquier pregunta o preocupación que usted pueda tener acerca del trastorno que padece.
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American Cancer Society (Asociación Americana del Cáncer)
American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón)
National Cancer Institute (NCI) (Instituto Nacional del Cáncer)
National Institutes of Health (NIH) (Institutos Nacionales de la Salud)
National Library of Medicine (Biblioteca Nacional de Medicina)